Puntos clave:
Los trabajadores esenciales, muchos de los cuales son indocumentados, tienen una alta prioridad para recibir la vacuna contra el COVID-19, después de los trabajadores de la salud y los residentes de centros de atención a largo plazo.
Los funcionarios federales insisten en que los datos del paciente recopilados durante la vacunación contra el virus no se utilizarán para hacer cumplir las leyes de inmigración.
La vacuna es gratuita para todas las personas que estén en los EE. UU., independientemente de la condición de ciudadanía.
A medida que la vacunación contra el COVID-19 avanza de manera gradual en todo el país, entre los grupos prioritarios, se encuentran los trabajadores esenciales no relacionados con la atención médica. Eso incluye empleados de plantas empacadoras de carne, trabajadores agrícolas y personal de restaurantes. Sin embargo, muchos inmigrantes indocumentados que trabajan en estas industrias tienen miedo de ir a vacunarse. Los funcionarios de salud pública enfatizan que la vacuna contra el COVID-19 es gratuita y está destinada a todas las personas en los EE. UU., independientemente de su estado de ciudadanía.
Se estima que la mitad de las personas que trabajan en el procesamiento de carne y aves de corral en los EE. UU. están indocumentadas. Según el Pew Research Center, aproximadamente el 17% de los trabajadores agrícolas de todo el país no están autorizados, y alrededor del 10% de los trabajadores de restaurantes son inmigrantes no ciudadanos. En algunas ciudades importantes, hasta el 40% de los trabajadores de restaurantes son indocumentados.
Al estudiar el COVID-19 entre los trabajadores de procesamiento de alimentos, producción y agricultura, los CDC hallaron que la mayoría de los trabajadores son hispanos o latinos. Los factores que pueden aumentar el riesgo de propagación del COVID-19 incluyen los siguientes:
Trabajar muy cerca en espacios reducidos y, en algunos casos, en plantas con poca ventilación.
Vivir en vivienda compartida.
Depender del transporte compartido.
Las pruebas masivas en plantas de procesamiento de carne y aves de corral en los EE. UU. revelaron brotes generalizados de COVID-19 en estos lugares de trabajo.
Pero a pesar del riesgo de infección que enfrentan muchos trabajadores esenciales indocumentados, a menudo tienen que permanecer en el trabajo. Esto se debe a que muchos ganan salarios bajos y tienen pocos días, o ninguno, de licencia por enfermedad remunerada aunque estén enfermos.
Parte del dinero del plan de estímulo de $1.9 billones del presidente Joe Biden, se destinaría a garantizar que las personas reciban la vacuna contra el COVID-19 independientemente de su condición migratorio.
En su primer día en el cargo, Biden propuso una legislación de inmigración que contrarreste el enfoque de línea dura de la Administración de Trump y proporcione un camino de ocho años hacia la ciudadanía para los inmigrantes que aún no tienen un estado legal. Los defensores del cambio de política de inmigración sostienen que los esfuerzos agresivos de ejecución y deportación han generado preocupación entre las comunidades de inmigrantes con respecto a la búsqueda de atención médica, incluida la vacuna contra el COVID-19.
Se estima que, en EE. UU., viven más de 10 millones de inmigrantes indocumentados. El hecho de que los trabajadores indocumentados y sus familias no se vacunen en grandes cantidades, socavan nuestra capacidad de lograr lo que se conoce como inmunidad colectiva. La inmunidad colectiva se da cuando la mayor parte de la población es inmune al COVID-19.
“Nadie estará a salvo hasta que todos estén vacunados, y con todos, no me refiero solo a los ciudadanos o sólo a las personas que tienen una tarjeta verde”, explicó el Dr. Ranit Mishori, asesor médico principal de Physicians for Human Rights, a Today. “Me refiero a todas las personas que se encuentran actualmente en los Estados Unidos, independientemente de su condición legal”.
Tyler Gage, director de comunicaciones del gobernador de Nebraska, Pete Ricketts, utilizó Twitter el 4 de enero para aclarar si los trabajadores indocumentados de las instalaciones de procesamiento de carne (y en general) recibirán la vacuna contra el COVID-19. Publicó que “si bien se espera que el gobierno federal ponga a disposición suficientes vacunas para todas las personas del país, Nebraska dará prioridad a los ciudadanos y residentes legales antes que a los inmigrantes ilegales”.
Poner la política por encima de la salud pública —como, según los críticos, están haciendo algunos estados como Nebraska— podría frustrar los esfuerzos para vacunar rápidamente a aquellos que están en mayor riesgo de contraer el COVID-19.
Pero otros estados, desde Arizona hasta Illinois y Nueva Jersey, están priorizando la vacunación de personas indocumentadas y superando los obstáculos para llegar a los trabajadores migrantes en sus planes de implementación de vacunas.
“A nadie en este país se le debe negar una vacuna debido a la condición de su documentación”, declaró el ex Jefe del Cuerpo de Sanidad Jerome Adams a “Face the Nation” de CBS en diciembre de 2020.
Los defensores dicen que muchos inmigrantes indocumentados temen que la información personal proporcionada con fines médicos pueda utilizarse en su contra. Algunos funcionarios estatales, como el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, han rechazado los esfuerzos para que los estados compartan más información de salud con el gobierno federal por temor a que se utilice para perseguir a los residentes indocumentados.
Los CDC y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos destacaron en un acuerdo de uso e intercambio de datos que los datos personales recopilados durante la vacunación contra el COVID-19 solo se utilizarían con fines de salud pública. El acuerdo establece que los datos personales no se pueden utilizar para enjuiciamiento civil o penal, incluida la aplicación de leyes de inmigración.
En el mismo sentido, Adams enfatizó en “Face the Nation” que los datos médicos recopilados para quienes reciben la vacuna contra el COVID-19 “no se usarán de ninguna manera para herirlo legalmente” y que no se pueden usar en procesos judiciales por inmigración.
Los inmigrantes indocumentados enfrentan una serie de obstáculos para recibir la vacuna contra el COVID-19, además de los temores en torno a la aplicación de la ley de inmigración. Estos obstáculos incluyen los siguientes:
Barreras idiomáticas
Vacilación ante las vacunas o desconfianza en los proveedores médicos
Falta de transporte a las clínicas
Preocupación por el costo
Menos probabilidades de tener seguro médico y una fuente habitual de atención médica
Aunque la vacuna es gratuita para todos, incluidos los que no tienen seguro, los expertos temen que los inmigrantes indocumentados sin cobertura que no buscan atención médica con regularidad se muestren reacios a recibir la vacuna por temor a tener que pagarla.
Las estrategias para abordar estos obstáculos van desde el empleo de trabajadores comunitarios bilingües hasta el trabajo con las organizaciones comunitarias dirigidas por inmigrantes y los proveedores de salud de confianza con el fin de llegar a los trabajadores indocumentados. Esto también puede implicar el envío de clínicas móviles de vacunación, informa Health Affairs, para vacunar a personas que trabajan en sitios remotos.
Mientras tanto, los expertos dicen que hay algunas cosas que se deben tener en cuenta a medida que se brindan más detalles sobre la disponibilidad de la vacuna contra el COVID-19:
Independientemente de su estado de ciudadanía, la vacuna será gratuita. No espere ni acepte ninguna facturación sorpresa. El gobierno federal pagó la vacuna, por lo tanto, usted no es responsable de cubrir el costo.
Incluso si no tiene seguro, puede recibir la vacuna sin costo.
Se están haciendo esfuerzos para ubicar clínicas en los lugares donde están los trabajadores, incluidos sitios remotos como granjas. Consulte regularmente con un proveedor de atención médica o su empleador con respecto a las opciones (en especial, si se ha vacunado contra la gripe o ha recibido otro tipo de atención médica en el lugar o en una clínica para empleados anteriormente).
Se ha demostrado que las vacunas aprobadas son seguras y eficaces. Visite el sitio web de los CDC para obtener más información.
Para prevenir la propagación del COVID-19, continúe usando mascarilla. Incluso después de recibir la vacuna, es importante que continúe usando una mascarilla para proteger a otras personas que aún no han recibido la vacuna.
La vacuna contra el COVID-19 estará disponible de forma gratuita para todos, en fases, según el riesgo. Podrá obtenerlo independientemente de su estado de ciudadanía. Manténgase informado sobre sus opciones para vacunarse y protegerse contra el virus.
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